Las semillas de las habas siguen creciendo en su vaina ajenas a los años bisiestos. Están distraídas, es como si no se quisieran enterar, incluso se dejan fotografiar, en la misma posición que tienen en cualquier otro año. ¡Albricias¡¡¡ ¿es que no se han enterado que este año es bisiesto? Pero… ¿qué diferencia hay entre un año bisiesto y otro que no lo es?. Si nos atenemos a la definición de año como el tiempo que tarda la Tierra en completar una vuelta alrededor del Sol, entonces lo tenemos claro: ese período de tiempo no cambia de un año para otro. Por tanto, con esta definición, tenemos que concluir que todos los años son iguales; tienen los mismos días, horas y minutos: 365,2425 días de media.
Entonces ¿por qué lo de los años bisiestos?, ¿a que obedecen? La cosa es sencilla, todo viene como consecuencia de que un año no contiene un número exacto de días. Este es el quid de la cuestión. Como además nos gusta celebrar la noche vieja el 31 de Diciembre, o más exactamente, queremos cambiar de año el día 31 de Diciembre a las 12 de la noche, esto nos complica la vida, porque todo estaría arreglado si cambiáramos de año cada 365,2425 días.
Pero como hacemos años de 365 días, nos va quedando un resto de 0,2425 días cada año. Por esa razón cada 4 años sumamos un día más a febrero, pero 0,2425 x 4 = 0,97 días. Ahora, en vez de quedarnos cortos, nos pasamos en 0,03 días cada 4 años, lo que supone que, con una frecuencia de 133,33 años, tenemos que suprimir un bisiesto.
Según el Calendario Gregoriano (actualmente en vigor) son bisiestos los siguientes años: Todos los divisibles por 4 y por 400, menos los que sean divisible entre 100 exceptuando los que también los sean por 400. Un pelín complicado para el haba, pero bueno, ellas van a lo suyo… vean las siguientes fotos, tomadas en años bisiestos y en años que no lo son:
19/04/2008 - Año bisiesto
07/03/2009 - Año no bisiesto
18/04/2010 - Año no bisiesto
29/04/2011 - Año no bisiesto
20/03/2012 - Año bisiesto
Como se puede ver en todos los casos la corona del grano está en oposición al tallo.
La tarea para ajustar la relación entre los años y los días viene de largo. El Papa Gregorio XIII, con el fin de ajustar un evidente retraso acumulado, promulgó el 24 de febrero de 1582 la bula “Inter Gravísimas”, por la que establecía que tras el Jueves 4 de Octubre de 1582 vendría el viernes 15 de Octubre de 1582. Con la supresión de estos 10 días, se sincronizó nuestro calendario con el año solar. Desde entonces se viene usando el Calendario Gregoriano.