Rover lunar Yutu descendiendo a la superficie lunar
Fue en agosto de 1976 cuando se efectuó la última misión de alunizaje controlado, lo hizo la sonda “Luna 24”, una manufactura de la entonces Unión Soviética que retorno a la Tierra 170 gramos de muestras. Después nos hemos limitado a orbitar la Luna o simplemente a estrellarnos sobre ella. Durante las casi cuatro décadas que nos separan de mediados de los años 70 algunas cosas han cambiado, entonces solo dos naciones eran capaces de acometer empresas de este tipo, la URSS y EEUU, dos potencias rivales y en abierta competencia, sin embargo, ahora más países tienen acceso al espacio… y a la Luna.
En diciembre de 2013 la China se ha unido al grupo de países que han logrado alunizar (sin estrellarse) en la polvorienta superficie lunar, y el nombre de la protagonista ha sido “Chang’e-3”, una sonda que en su interior ha transportado el rover “Yutu”.
Representación artística de la Yutu y Chang’e-3
Esta nave llego a la órbita lunar el 6 de diciembre, donde efectuó las correcciones de navegación que la prepararon para descender a Sinus Iridum a las 12:59 UTC del día 14. Durante el descenso envió detalladas imágenes de la superficie, de las que se extrajo valiosa información de la zona de aterrizaje, pero fue a partir de los 100 metros de altura, donde efectuó las maniobras definitivas para garantizar un emplazamiento seguro. Los motores de descenso se desactivaron a 4 metros de la superficie para evitar que el polvo levantado se depositara sobre los paneles solares y demás instrumentos. La primera imagen desde la superficie fue recibida a las 13:11 UTC, indicando que el alunizaje se había producido sin incidencias.
Primera imagen del Yutu
La tecnología de esta misión es más avanzada que la de los años 60 y 70 del siglo pasado, por ello se espera que aporte información relevante dentro de un programa científico que contempla el retorno de información durante al menos un año por parte del modulo de alunizaje, que dispone de un radar para estudiar el subsuelo, cámaras (algunas 3D), instrumentos diversos y un telescopio que puede ser considerado el primer observatorio astronómico ubicado en la Luna. Mientras tanto Yutu, que tiene una vida útil de tres meses, se moverá por la zona de alunizaje guiado desde el centro de control en tierra.
Yutu fotografiado por la Chang’e-3
En los próximos días el orbitador “LRO” de la NASA intentara fotografiar los ingenios chinos para determinar con precisión la zona de descenso. Esta colaboración entre agencias se ha extendido también a la ESA, que ha proporcionado apoyo mediante su red de antenas de espacio profundo ubicadas en Australia y en Madrid.
¿Que será el próximo hito en la agenda de la colonización de la Luna?, probablemente el retorno de muestras en 2018, por parte del ingenio, también chino, Chang’e 5, hazaña ya realizada con anterioridad por la antigua Unión Soviética mediante ingenios automáticos y EEUU con viajes tripulados, pero que en esta ocasión parece indicar un paso firme para el establecimiento de bases lunares.
La hazaña del gigante asiático da la poderosa sensación de que hemos vuelto a la Luna, esta vez para quedarnos.