¡Que no te vendan la Luna!
- astrogranada
- 4 may
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Actualizado: 5 may
Tips divulgativos para armarse frente a bulos y desinformación científica

Vivimos en la era de la información, pero también —paradójicamente— en la era de la confusión. Nunca antes habíamos tenido tanto acceso al conocimiento, y sin embargo, los bulos, las pseudo-ciencias y las teorías de la conspiración se propagan con una rapidez asombrosa, desafiando a la lógica, al método científico y al sentido común.
Frente a este fenómeno, urge defender no solo la ciencia como cuerpo de conocimientos, sino como forma de pensar: crítica, rigurosa, abierta a la evidencia y capaz de corregirse a sí misma. En un mundo saturado de afirmaciones extraordinarias sin pruebas, la ciencia no ofrece verdades absolutas, pero sí el método más fiable que hemos desarrollado para acercarnos a la realidad, paso a paso, con humildad y precisión.
Este artículo es una invitación a observar con atención ese terreno donde la incertidumbre, el miedo o el deseo de certezas absolutas abren la puerta a discursos engañosos. Solo un pensamiento crítico genuino —fundado en la evidencia y el razonamiento riguroso— puede ayudarnos a enfrentar la desinformación. Frente a esto, surge una imitación distorsionada del pensamiento crítico, que rechaza por principio el conocimiento establecido y promueve una desconfianza infundada en la ciencia y las instituciones. Cuestionar es esencial, pero hacerlo sin fundamento solo alimenta el ruido.
Bulos Astronómicos
"La NASA oculta el planeta Nibiru, que chocará con la Tierra"
→ Este bulo es un mito recurrente que se basa en teorías conspirativas sin pruebas. No hay ningún telescopio, ni siquiera de astrónomos aficionados, que haya detectado este supuesto planeta. La NASA y la comunidad científica rastrean objetos cercanos a la Tierra, y no existe ningún cuerpo celeste con una órbita que amenace nuestro planeta.
"Las alineaciones planetarias causan terremotos o catástrofes"
→ La gravedad de los planetas es demasiado débil para influir en la Tierra de manera significativa. Incluso cuando todos los planetas se alinean (evento extremadamente raro), su fuerza gravitacional combinada es insignificante comparada con la de la Luna y el Sol. No hay correlación científica entre alineaciones y desastres naturales.
"La Luna Azul cambiará de color y será un evento místico"
→ El término "Luna Azul" solo se refiere a cuando hay dos lunas llenas en un mismo mes, algo que ocurre cada 2-3 años. No hay cambio de color ni efectos especiales, es solo un nombre popular. El mito surge de confusiones con erupciones volcánicas (que sí pueden teñir la Luna de tonos anómalos, pero es un fenómeno distinto).
"Los extraterrestres construyeron las pirámides o la 'Cara de Marte'"
→ Las pirámides fueron obra de civilizaciones humanas con avanzados conocimientos de ingeniería, como los egipcios. En Marte, la supuesta "cara" fotografiada en 1976 resultó ser un juego de luces y sombras en una montaña rocosa; imágenes posteriores en alta resolución mostraron que era solo una formación natural.
"El Sol se apagará en 2027 por un 'gran mínimo solar'"
→ Los mínimos solares son parte del ciclo natural del Sol (cada ~11 años), donde disminuyen las manchas solares, pero nunca apagan su luz. El Sol tiene combustible para 5.000 millones de años más. Este bulo mezcla conceptos reales (como el Mínimo de Maunder del s. XVII) con predicciones catastróficas falsas.
"Un asteroide gigante impactará la Tierra este año"
→ La NASA y la ESA monitorean asteroides potencialmente peligrosos, y ninguno confirmado tiene trayectoria de colisión inminente. Estos bulos suelen citar asteroides reales pero exageran su riesgo, como el caso de Apophis (que en 2004 tuvo un 2.7% de probabilidad de impacto en 2029, pero luego se descartó).
"La astrología predice tu personalidad o futuro"
→ Los signos zodiacales se basan en constelaciones desplazadas hace milenios por el movimiento terrestre (precesión axial). Hoy, tu "signo" no coincide con la posición real del Sol. Además, estudios doble ciego demuestran que las predicciones astrológicas no superan el azar (efecto Forer: la gente cree en descripciones vagas y genéricas).
Bulos Científicos Generales
"Las vacunas causan autismo"
→ Este mito proviene de un estudio fraudulento de 1998 (Andrew Wakefield), ya desacreditado y retractado. Ninguna investigación rigurosa ha encontrado tal vínculo. Las vacunas salvan millones de vidas y efectos secundarios graves son extremadamente raros.
"El 5G propaga virus o controla la mente"
→ Las ondas de radio del 5G no son ionizantes (no dañan el ADN) y su energía es menor que la de la luz solar. No hay mecanismo biológico por el cual puedan "transmitir enfermedades" o manipular cerebros. Este bulo mezcla miedo a la tecnología con desinformación política.
"El agua alcalina cura el cáncer"
→ El cuerpo regula su pH de forma automática; beber agua alcalina no altera significativamente tu salud. No hay estudios que respalden su eficacia contra el cáncer, y puede ser peligrosa si se consume en exceso (alterando el equilibrio electrolítico).
"Los chemtrails son estelas químicas secretas para controlar el clima o la población"
→ Las estelas blancas tras los aviones (contrails) son solo vapor de agua condensado, un fenómeno bien estudiado desde la Segunda Guerra Mundial. No hay pruebas de "químicos secretos"; análisis independientes muestran que su composición es hielo y gases inocuos. La teoría conspirativa ignora que es imposible mantener en secreto un supuesto programa global que involucraría a miles de pilotos y científicos.
"El microondas causa cáncer por radiación"
→ Los microondas usan radiación no ionizante (como la de los teléfonos), que no daña el ADN. Solo calientan moléculas de agua por vibración. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma su seguridad, siempre que se usen correctamente (sin meter metales o plásticos no aptos). El bulo surge de confundir "radiación" con "radiactividad" (que sí es peligrosa).
"Los transgénicos son tóxicos y dañan la salud"
→ Los organismos modificados genéticamente (OMG) son los alimentos más estudiados de la historia. Todas las academias científicas globales (incluida la OMS) avalan su seguridad. Ejemplos como el arroz dorado (con vitamina A) salvan vidas en países pobres. El miedo surge de campañas de desinformación que confunden transgénicos con pesticidas (temas separados).
"HAARP controla el clima o provoca terremotos"
→ HAARP es un programa de investigación de la ionosfera (capa atmosférica), no un arma climática. Sus antenas emiten ondas de baja potencia, incapaces de alterar el clima o placas tectónicas. La teoría conspirativa ignora que la energía requerida para eso supera toda la capacidad humana actual.
"Las 'energías cósmicas' curan enfermedades"
→ No hay evidencia de que "energías" no medibles (como la "energía universal") afecten la salud. Terapias como el reiki o el cuarzo sanador no superan el efecto placebo en estudios controlados. La ciencia exige mecanismos demostrables, no afirmaciones esotéricas.
Bulos sobre OVNIS
Claves para identificar bulos OVNI:
Afirmaciones vagas: "Un científico anónimo dijo..." o "fuentes militares confirman...".
Fotos/videos borrosos: La mala calidad oculta detalles identificables (drones, aviones).
Solo testigos oculares: Sin pruebas físicas (metales, restos biológicos).
Conspiracionismo: "El gobierno lo oculta todo" (pero nunca hay filtraciones creíbles).
"Los OVNIs son naves extraterrestres visitándonos"
→ La gran mayoría de avistamientos tienen explicaciones mundanas: drones, globos meteorológicos, satélites (como Starlink), aviones secretos o fenómenos atmosféricos (parhelios, rayos en bola). No hay pruebas concluyentes de tecnología alienígena. El término "OVNI" solo significa "objeto no identificado", no implica extraterrestres.
Dato clave: El Pentágono de EE.UU. ha desclasificado videos de OVNIs (como los de 2004), pero nunca ha confirmado un origen extraterrestre. La mayoría son fallos de sensores o artefactos ópticos.
"El gobierno oculta tecnología alienígena (como en el Área 51)"
→ El Área 51 es una base militar real, pero su secreto se debe a pruebas de aviones espía (como el U-2 o el SR-71 Blackbird), no a platillos volantes. Documentos desclasificados muestran que los "OVNIs" de los años 50 eran prototipos estadounidenses.
Ejemplo: El caso Roswell (1947) fue un globo espía del proyecto Mogul, no una nave estrellada. La CIA admitió en los 90 que usaron el mito OVNI para distraer de sus proyectos secretos durante la Guerra Fría.
"Los círculos de cultivos (crop circles) son mensajes alienígenas"
→ El 99% son creados por humanos como arte o bromas, usando tablones y cuerdas. Algunos grupos (como los británicos Doug Bower y Dave Chorley) admitieron su autoría en los 80. Los tallos doblados muestran marcas de herramientas, no "energía avanzada".
Excepción: Unos pocos casos sin explicación podrían deberse a vórtices de viento o fallos en el suelo, pero nada sugiere tecnología extraterrestre.
"Los astronautas ven OVNIs en el espacio (como en el Apollo 11)"
→ Lo que se ve en grabaciones de misiones espaciales suele ser basura orbital, piezas desprendidas o reflejos en la cápsula. En el Apollo 11, Neil Armstrong aclaró que el "OVNI" que seguía al módulo era un panel del cohete separándose.
Dato: La NASA tiene un protocolo para avistamientos, pero ningún astronauta ha confirmado vida extraterrestre.
Existen infinidad de bulos mas relacionados con profecías —desde Nostradamus hasta los mayas o interpretaciones bíblicas—, teorías de la conspiración y supuestas realidades ocultas, como los Illuminati, grandes catástrofes inminentes o la idea de una Tierra Hueca. En todos estos relatos es posible identificar patrones comunes que se repiten una y otra vez.
Mix de hechos reales + ficción: Ej.: usar proyectos secretos para validar mitos absurdos.
Falta de pruebas físicas: Solo testimonios, fotos borrosas o documentos "perdidos".
Negación de consensos científicos: Geología, astronomía y física son ignoradas.
¿Por qué creemos en ellas?
Efecto Mandela: Falsos recuerdos colectivos (ej.: "¿Murió Mandela en los 80?").
Pensamiento mágico: Preferir explicaciones misteriosas a las mundanas.
Entretenimiento: Muchas son ficción literaria (como Los Illuminati de Dan Brown) malinterpretada.
¿Por qué se propagan los bulos?
Por desconocimiento científico (ej.: confundir gravedad planetaria con astrología).
Por sesgos cognitivos (creer en patrones donde no los hay).
Por Intereses económicos (vender productos milagro o clicks en redes).
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